La higiene bucal es uno de los elementos principales del cuidado personal. El deseo de lucir una sonrisa con dientes limpios, sanos y blancos ha dado lugar a que en el mercado existan dentífricos de muchos tipos y características. Se pueden encontrar en una gran variedad de sabores, colores y envases; en gel o crema; con compuestos contra la caries, el sarro, la placa dentobacteriana o para contrarrestar la sensibilidad de los dientes entre muchas otras propiedades anunciadas que, por cierto no todos cumplen cabalmente.
Más allá de la ilusión cosmética, lo cierto que el uso de la pasta dental, más un buen cepillado, puede ayudar a prevenir problemas como el mal aliento o la caries dental.
Más allá de la ilusión cosmética, lo cierto que el uso de la pasta dental, más un buen cepillado, puede ayudar a prevenir problemas como el mal aliento o la caries dental.
Las pruebas: Información al consumidor. Se verificó que los datos en las etiquetas cubrieran los requisitos mínimos que exige la normatividad vigente. En particular se analizó la cantidad de ingredientes activos, como flúor o triclosán, en los casos en que su presencia fue declarada por el fabricante. Contenido neto. Se revisó que el contenido del dentífrico correspondiera con el valor declarado en la etiqueta; poco más del 4% de los productos no cumplieron. Prueba de abrasión. De acuerdo con la norma, al ser pasar 200 veces la pasta sobre un vidrio, utilizando el tanto de un disco metálico y ejerciendo siempre la misma fuerza, el producto no debe de dejar marcas o raspaduras. De los 71 productos analizados, tres mostraron mayor abrasión de lo permitido. Calidad sanitaria. Se evaluó que los productos no tuvieron microorganismos que pusieran en riesgo la salud del consumidor, o que indicaran prácticas deficientes de manufactura. No se detectaron desviaciones. Consistencia. Se corroboró que las pastas cumplieran con la normatividad. Valores mayores o menores a lo permitido indican que la pasta es demasiado o insuficientemente espesa, lo que puede dificultar el manejo del producto en uso. Presencia de flúor. Se verifico la presencia de este ingrediente en los productos cuyo etiqueta lo anuncia, y que los valores encontrados correspondiera con lo declarado, sin rebasar el máximo permitido de 0.2 por ciento. Grado de acidez o alcalinidad. Un elemento importante para asegurar que no habrá desgaste excesivo en la superficie del diente es la acidez o alcalinidad del producto. Por ello se verifico que el pH de los productos estuviera dentro de los rangos permitidos.
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