HALITOSIS 1 PARTE

La halitosis es un síntoma o un signo caracterizado por mal aliento u olor en la boca. En su versión crónica está provocada por algunas bacterias que afecta al 25% de la población.
Tiene una gran prevalencia en la población general, puesto que se estima que más del 50% de las personas la padecen en algún momento (no crónica). Casi todo el mundo presenta halitosis al despertar por la mañana, después de varias horas de sueño nocturno, cuando las estructuras de la boca han estado en reposo y la producción de saliva ha sido muy escasa.
La mayoría de la población mundial que padece de Halitosis son personas que superan los 50 años de edad.

Causas de la Halitosis:
Las causas de la halitosis pueden ser múltiples, desde escasa higiene bucal, hasta enfermedades tan graves como el cáncer de pulmón, pasando por la gastritis crónica, aunque la gran mayoría tienen su origen en la propia boca.
La halitosis surge especialmente de alteraciones que afectan la dentadura, las encías, la saliva, la lengua y las mucosas de la boca.
 
Dentales:

No usar hilo dental ni cepillarse diariamente facilita el alojamiento de partículas de alimentos entre los dientes, la lengua y alrededor de las encías. Éstos, al descomponerse pueden causar mal aliento. Otros nichos orales causantes de malos olores son: las piezas dentarias en mal estado o las restauraciones inapropiadas, la placa sobre los dientes, las dentaduras postizas y las prótesis removibles a las que no se les hace una higiene adecuada.

Salivales:

Las glándulas salivales producen diariamente entre un litro y litro y medio de saliva. La saliva facilita la deglución de los alimentos, preserva la higiene oral y lubrica la boca. Además posee propiedades antimicrobianas y cumple la función de higienizar la mucosa oral, la lengua y los dientes, al arrastrar bacterias y compuestos, que pueden producir mal aliento.

El pH también puede favorecer la producción de mal aliento. Todas las personas, sin importar la edad o el estado de salud oral, presentan mal aliento cuando el flujo salival es bajo. Este proceso se da durante el sueño (halitosis matinal), después de hablar por largos períodos de tiempo, al hacer ejercicio físico sin hidratarse correctamente, o cuando se presentan síntomas de boca seca (xerostomía).

Otras causas orales de halitosis:

De las mucosas:

Afta: úlcera o llaga abierta y dolorosa en la boca. Las aftas son de color blanco o amarillo y rodeado por un área roja y brillante.

Herpes: es una infección causada por un virus herpes simple (VHS). El herpes bucal provoca llagas alrededor de la boca o en el rostro.

Liquen: es una enfermedad en la cual se presenta una erupción pruriginosa con inflación en la piel o en la boca.

De la diabetes:

Las lesiones de los tejidos blandos de la boca, por causa de la diabetes, pueden aparecer en la medida que no se controlen los niveles de azúcar en la sangre, y se manifiestan con enfermedad periodontal, infecciones por hongos (candidiasis), úlceras y cambios en la lengua (como fisuras, lengua saburral, alteraciones del gusto). Estas afecciones se deben a la xerostomía (boca seca), a la lenta cicatrización de las heridas y a la alteración de las respuestas inmune e inflamatoria.

De las amí­gdalas:

La amigdalitis es una afección que se manifiesta, en algunos casos, con síntomas de halitosis temporal o transitoria. En amígdalas con criptas profundas se pueden presentar los tonsilolitos, que parecen pequeños granos de arroz de color blanco hueso, los cuales crecen por acumulación de restos alimenticios y otras sustancias. Al presionarlos emiten un olor nauseabundo, y en gran cantidad podrían igualmente ser causa de halitosis. Cuando el mecanismo natural de la boca no limpia las criptas, las acumulaciones allí presentes pueden migrar a la superficie de la lengua y causar mal aliento. Los carcinomas de las amígdalas, y en general de la cavidad bucal, también pueden causar halitosis.

CAUSAS EXTRAORALES DE HALITOSIS:

Respiratorias:

Después de las causas orales, las afecciones respiratorias son la segunda fuente de halitosis.

Ví­as respiratorias altas:

Tienen como función desplazar el aire desde y hacia los pulmones, además de filtrarlo, humedecerlo y calentarlo. Las vías respiratorias altas comprenden: Nariz, cavidad nasal, senos paranasales, laringe y tráquea.

Algunas afecciones en estas vías pueden originar el mal aliento, como en el caso de la respiración oral (la que se hace a través de la boca), porque de esta forma se reduce la cantidad de saliva y se reseca la cavidad bucal. Así mismo, las infecciones virales (resfriado común, gripe, influenza), bacterianas o micóticas de la bucofaringe serían fuente para la halitosis.

Ví­as respiratorias bajas:

En ellas están comprendidos los bronquios, pulmones y alvéolos y su condición de salud puede comprometer la calidad del aire exhalado. Las infecciones respiratorias bajas son cuadros inflamatorios que comprometen el árbol bronquial: bronquios, bronquiolos y alvéolos pulmonares. Pueden ser provocadas por virus o en menor frecuencia, por bacterias.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

wow! no sabia nada de la alitosis pense que era producto de no lavarse los dientes!

wow.. me sorprendi

Anónimo dijo...

te quedò excelente mi amor!

rosaura dijo...

yo sufro de halitosis pero es a causa de la diabetes

Diana dijo...

muuuy bueno me encanto!

ya espero la segunda parte :)